Terapia Psicológica para adolescentes y jóvenes - Psicólogos para adolescentes en Bogotá
▶️ Nuestro equipo de psicólogos clínicos ofrece terapia de psicología para adolescentes y jóvenes.
La metodología utilizada incluye elementos de Apoyo con Actividades Artísticas, Cuentos y Metáforas como herramienta terapéutica y Conciencia de la Imagen corporal.
La metodología utilizada incluye elementos de Apoyo con Actividades Artísticas, Cuentos y Metáforas como herramienta terapéutica y Conciencia de la Imagen corporal.
Psicología en línea para adolescentes - Psicólogos especialistas en adolescentes
Nuestra metodología de trabajo en psicología para adolescentes es adecuada para el abordaje de las siguientes áreas:
- Seguridad en la Toma de Decisiones.
- Manejo de la Ansiedad y Estrés.
- Inseguridad, Timidez y ansiedad social.
- Recuerdos traumáticos (Trastorno de estrés postraumático).
- Baja autoestima, bajo autoconcepto.
- Entrenamiento en Habilidades Sociales.
- Manejo de emociones (Depresión).
- Etapas críticas y proyecto de vida.
- Orientación Vocacional, Indecisión para escoger carrera, elección equivocada de carrera, ansiedad por sentirse presionado.
- Problemas de adaptación al entorno educativo.
Para unas pautas coherentes:
"Es mejor un ejemplo que cien consejos"
kirpal Singh
Cuento Medicinal
ZANAHORIAS, HUEVOS Y CAFÉ:
(Un cuento sobre la fortaleza y la paciencia)
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ZANAHORIAS, HUEVOS Y CAFÉ:
(Un cuento sobre la fortaleza y la paciencia)
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“Así como el oro debe pasar por el fuego para ser purificado, los seres humanos necesitamos pruebas para pulir nuestro carácter”
Había una vez una niña que se quejaba con su padre acerca de la vida. No sabía cómo seguir adelante y cansada de luchar, estaba a punto de darse por vencida. Parecía que cuando solucionaba un problema aparecía otro.
El papá quien era un chef, la llevó a la cocina. Llenó tres ollas de agua y las puso sobre un fuego fuerte. Cuando el líquido estaba hirviendo, echó zanahorias en la primera olla, un par de huevos en la segunda y dos cucharadas de café en la tercera.
La hija esperó con impaciencia preguntándose qué era lo que estaba haciendo su papá. A los diez minutos el apagó el fuego, puso las zanahorias en un recipiente y los huevos en otro, coló el café y lo sirvió en una taza. Mirando a su hija le pregunto:
Le pidió que tocara las zanahorias: Estaban blandas.
Luego le dijo que rompiera un huevo: Estaba duro.
Por último le pidió que probara el café. Ella sonrió, mientras disfrutaba de la bebida.
Humildemente la joven pregunto:
La zanahoria fuerte y dura, se tornó débil y fácil de deshacer. El huevo era frágil, la cáscara fina protegía su interior líquido, que después de estar en el agua hirviendo se endureció. El café transformó el agua convirtiéndola en la bebida que te reconforta y calienta.
¿Qué eres tú cuando la adversidad llama a tu puerta? - le pregunto el cocinero a su hija -.
¿Eres zanahoria, huevo o café?
(Tomado del libro: La culpa es de la vaca. 2002. Jaime Lopera y Martha Bernal).
Nos vemos en el próximo capítulo...
Había una vez una niña que se quejaba con su padre acerca de la vida. No sabía cómo seguir adelante y cansada de luchar, estaba a punto de darse por vencida. Parecía que cuando solucionaba un problema aparecía otro.
El papá quien era un chef, la llevó a la cocina. Llenó tres ollas de agua y las puso sobre un fuego fuerte. Cuando el líquido estaba hirviendo, echó zanahorias en la primera olla, un par de huevos en la segunda y dos cucharadas de café en la tercera.
La hija esperó con impaciencia preguntándose qué era lo que estaba haciendo su papá. A los diez minutos el apagó el fuego, puso las zanahorias en un recipiente y los huevos en otro, coló el café y lo sirvió en una taza. Mirando a su hija le pregunto:
- Querida hija ¿Dime que ves?
- Ella respondió displicentemente: Zanahorias, huevos y café.
Le pidió que tocara las zanahorias: Estaban blandas.
Luego le dijo que rompiera un huevo: Estaba duro.
Por último le pidió que probara el café. Ella sonrió, mientras disfrutaba de la bebida.
Humildemente la joven pregunto:
- ¿Qué significa esto papá?
- Estos tres elementos - explicó él - se han enfrentado a la misma adversidad, el agua hirviendo, y cada uno reaccionó en forma diferente.
La zanahoria fuerte y dura, se tornó débil y fácil de deshacer. El huevo era frágil, la cáscara fina protegía su interior líquido, que después de estar en el agua hirviendo se endureció. El café transformó el agua convirtiéndola en la bebida que te reconforta y calienta.
¿Qué eres tú cuando la adversidad llama a tu puerta? - le pregunto el cocinero a su hija -.
¿Eres zanahoria, huevo o café?
(Tomado del libro: La culpa es de la vaca. 2002. Jaime Lopera y Martha Bernal).
Nos vemos en el próximo capítulo...